La escuela no es una entidad impermeable que no sienta los cambios del tiempo, ni de las ciencias, ni de nuestra sociedad. Si queremos que nuestros alumnos sepan, se integren en sociedad, encuentren un trabajo y sean felices, debemos lograr nuestros objetivos a partir de la organización de nuestro centro educativo, el trabajo entre los diferentes departamentos o ciclos y la acción docente que ocurre en el aula. El currículo es el esqueleto vivo incardinado que modifica el trabajo en la escuela, la escuela innova y se adapta a los nuevos tiempos a través de los cambios en el currículo. Cuatro son las grandes fuentes que permiten establecer las relaciones de transformación entre escuela y sociedad a través del currículo de los centros: la fuente psicológica, la fuente sociológica, la pedagógica y la epistemológica. La configuración del currículo se produce gracias a la participación de estas cuatro fuentes que actúan de manera interrelacionada.
Imaginemos, por un momento, como eran las escuelas hace unos cincuenta años en España; cuando la sociedad, la pedagogía, las ciencias y lo que sabemos hoy de las personas, era tan diferente. Por ejemplo, hace cincuenta años, no sabíamos mucho acerca de la clonación de células vivas, la oveja Dolly sólo estaba en la imaginación de unos cuantos científicos y, por tanto, no aparecía en los libros de texto, al igual que no se decía nada de “quarks” o de la triple cadena en hélice del ADN humano (fuente epistemológica). Todo lo que los alumnos necesitaban saber, todavía podía agruparse en las páginas de una gran enciclopedia. Por otro lado, los ordenadores y la tecnología de la información y la comunicación no estaban tan desarrolladas y no era imprescindible su tratamiento en los centros, no existían los ordenadores de sobremesa y los alumnos de escuelas más aventajadas tenían que entender más de máquinas de escribir que de chips. Además, en aquel tiempo no sabíamos tanto sobre la versatilidad y flexibilidad del cerebro humano, (fundamentación psicológica) y se pensaba que sólo existía un tipo de inteligencia, que el cerebro a una edad adulta no podía aprender más o que aprender un idioma extranjero como el inglés, no era tan necesario, ya que entonces, debido al desarrollo de los medios de transporte (fundamentación sociológica) con suerte, podríamos llegar a Portugal o Francia una vez en nuestra vida.
Para implementar cambios en un colegio es necesario estar atentos a las pistas que nos ofrecen cada una de estas fuentes del currículo, de acuerdo a los fenómenos que está ocurriendo en nuestro mundo y cómo nos obligan a afrontar nuevas transformaciones en la forma que enseñamos, trabajamos, nos organizamos y nos relacionamos con nuestros alumnos.